Separación de los padres

Separación de los padres

Separación de los padres 

Una de las situaciones que suelo ver es que muchas parejas en lugar de separarse, rompen el vínculo de pareja.

Esta diferenciación es fundamental porque en todo vínculo de pareja con hijos, hay dos parejas presentes, la pareja amorosa y la pareja de padres.

En una separación lo que se separa es la pareja amorosa, pero la pareja de padres continuará unida para procurar el bienestar de sus hijos.

Cuando el vínculo se rompe, comienzan a estar presentes los conflictos.

 Los padres son los dos pilares que sostienen la estructura, si entendemos esto, más allá de los conflictos con la pareja amorosa, la pareja de padres procurará actuar a favor del niño.

Cuando existe una separación, indefectiblemente existe un duelo familiar, cada uno de los integrantes lo atraviesa diferente y en diferentes tiempos. 

cómo comunicar:

Sería ideal poder comunicarles juntos, que es una decisión para estar mejor, transmitirles seguridad en la misma, y la mayor claridad posible, por eso es importante que dentro de las posibilidades sea una decisión ya elaborada por los adultos, y no involucrar a los hijos en el proceso de separación.

habilitarlos a que puedan hacer todas las preguntas que tengan en ese momento o en cualquier otro, porque es común que los niños se queden pensando o van procesando la charla con el correr de los días, en el caso de que hagan preguntas que los padres no saben la respuesta, no tener miedo de decir que no se saben.

¿desde que edad se recomienda que se les hable?

Esto es algo que veo habitualmente cuando los hijos son chicos, los padres tienden a pensar que no es necesario hablarles porque “no entienden”.

Los niños entienden mucho más de lo que nosotros creemos, por eso recomiendo siempre independientemente de la edad, que se pueda poner en palabras, que la separación tenga un lugar y un momento en donde se comunique la decisión.

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La primera etapa del duelo es la negación: es posible que los niños generen actividades para buscar el encuentro familiar, en donde sus padres estén juntos.

por eso por más crudo que parezca es más tranquilizador para el niño que las cosas queden bien claras, para permitir que comiencen el proceso.

Es positivo que ambos padres estén presentes, como padres, pero en las instancias únicamente de los hijos.

De la misma forma es fundamental poder mantener las rutinas y adelantar todo lo posible, facilitando al niño con claridad qué días está en la casa del papá o de la mamá, quien lo lleva a la escuela, etc.

Evitar al máximo la incertidumbre evita la ansiedad.

La culpa de irse con uno de los dos:

Es común observar en las separaciones sentimientos de culpa en los hijos a la hora de irse con alguno de sus padres, o también en el caso en que alguno de sus padres se lo ve más triste o frágil, muchas veces los niños tienden a querer proteger a sus propios progenitores, no queriendo dejarlos solos, o sintiendo culpa si disfruta o pasa bien en la casa del otro padre.

Para esto es importante poder transmitirles seguridad y fortaleza, no digo con esto ocultar la tristeza, pero que el niño sienta tranquilidad de que los padres tienen otra red de contención a esa angustia, y no queden ellos en ese lugar.

A su vez transmitirles seguridad para que pasen bien con el otro padre. 

cuando alguno de los padres presenta una pareja:

Intentar que sea progresivo, lo más natural posible, que sea consciente y sobre todas las cosas, ser respetuosos con las reacciones que puedan tener los niños.

Si bien es importante que comprendan que los adultos tienen el derecho de volver a estar en pareja, también es importante que se comprenda que los chicos pueden generar emociones y que debemos estar atentos a ellas.

Hay dos emociones que habitualmente aparecen, la culpa en relación al otro padre, por ejemplo: si mamá tiene otra pareja, papá va a estar triste.

Y el miedo a que esa mamá/papá  que está en pareja ya no le dedique tanto tiempo como antes, un miedo inconsciente a perder el amor.

En cualquiera de los dos casos es importante poner en palabras y dejarlos tranquilos en que ellos seguirán siendo la prioridad y aclarar bien el lugar del nuevo integrante, para reducir el sentimiento de culpa, aclarando que la presencia de esta nueva persona no implica la sustitución o desplazamiento del otro padre.

 El gran desafío de mi trabajo es con los adultos, porque muchas veces son ellos que actúan desde el dolor que están atravesando,  y se les pierde de vista el sufrimiento del otro, por lo que exponen a los niños a situaciones, conversaciones o  información propias del conflicto adulto.

Hacer consciencia que hablar mal de alguno de sus padres, significa hablar mal de una parte del hijo.

¿Las separaciones generan trauma?

No es la separación lo que genera trauma, lo que generan traumas son los conflictos, la violencia, los maltratos, el estar expuestos en situaciones de adultos.

Los padres son el modelo de los hijos, ellos aprenden de lo que se dice, pero sobre todo de lo que hacen, ellos van absorbiendo todo, por eso mi trabajo siempre apunta a generar consciencia y responsabilidad en los adultos, trabajando en sus propias heridas e identificando que eligen mostrar a sus hijos, porque será a partir de eso que los niños van a ir construyendo su propia forma de verse y de ver el mundo.

 

Lic. psicología Agustina Pérez Gomar 

Especialista en niños y adolescentes 

Ing: @agustinaperezgomar 

www.agustinaperezgomar.com

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